Para comenzar a plantear las cuestiones más relevantes del cambio lingüístico, así como para entender sus causas, procesos y consecuencias en la evolución de una lengua dada, es necesario aclara antes algunos conceptos claves.
Gramática histórica e Historia de la Lengua son dos conceptos que en ocasiones se utilizan indistintamente y que dependiendo del autor que las trate se señalan diferencias entre sí. Sin embargo, sí tienen significados distintos. Ambos conceptos se originan con la Gramática Histórico-Comparada (GHC), en el siglo XIX, pese a que se asocian a los Neogramáticos, con un enfoque de tipo positivista. Son estos dos conceptos complementarios entre sí y necesarios para llevar a cabo el estudio de la evolución de la lengua, cosa que como se verá más adelante, comienza a plantearse y a interesar a principios ya del siglo XIX.
La Gramática Histórica, por un lado, estudia únicamente la evolución de la lengua desde un punto de vista interno; se ocupa sólo de los cambios lingüísticos y las leyes que rigen las evoluciones de estos. Mientras, el concepto de Historia de la Lengua se extiende a una parcela mayor en el estudio histórico de la lengua, pues se ocupa de los cambios en el estilo, además de los cambios lingüísticos, en la lengua. Este último concepto se identifica con el movimiento Romántico, el cual considera la lengua como la expresión de cultura y el espíritu de un pueblo. Tiene en consideración tanto cambios internos como externos, tales como el gusto por los clásicos durante el XIX, lo cual llevó a un cambio sintáctico como el de Adj + N.
De este modo, para la Historia de la Lengua cobra mayor importancia el texto literario y es casi dependiente exclusivo de ello. Esto plantea serios problemas para el estudio y acercamiento científico al fenómeno del cambio lingüístico. La escritura, como es sabido, falsea la realidad y nos engaña. La escritura, y en particular la de carácter literario, parece ser muy conservadora y mantiene algunas estructuras que puede que ya se hayan perdido en el oral. En la actualidad, casi nadie, excepción hecha de todo el moviendo pedante y purista, relajamos la articulación al producir los participios, convirtiéndose la dental aproximante sonora [ð] en [Ø]: regalado>*regalao, dado>*dao (o la hipercorreción cómica de listillo como Calacado o Bilbado). Vemos como en el escrito tardan en aparecer los cambios, por cuestiones sociales, de pudor o de correción, que vienen a ser una y la misma cosa.
Habría que paliar esta deficiencia recurriéndose a textos no literarios. En el siglos XI se encuentra en Burgos, La Rioja y el Alto Aragón el apellido Ortiz < Fortis, de lo cual se infiere que la aspiración de la f- es un fenómeno Norte-Sur, que es ya cambio temprano,pero que no se completa hasta más tarde e incuso todavía no está completado (*completao). No es hasta el 1492 con Nebrija que no se adoptará la h- como sonido general y corriente en la lengua escrita y culta, porque hasta el momento se veía mal. En el siglo XV se produce la aspiración de la f- de forma generalizada, pero es un cambio que ya venía dándose (dura siglos). Por este motivo, Gramática histórica e Historia de la Lengua son conceptos complementarios entre sí para explicar la evolución de la lengua a través del tiempo.
Otros dos conceptos que deben abordarse ante de comenzar con la materia propiamente son los de Lingüística Sincrónica y Lingüística Diacrónica. Se tratan de dos maneras distintas que tiene el lingüista de acercarse al estudio de su objeto: la lengua. El estudio sincrónico de la lengua se ocupa de los cambios producidos en una determinada lengua en un determinado momento. Por su parte, el estudio diacrónico se ocupa de aquellos cambios ocurridos en la lengua a lo largo del tiempo, a través de los diversos estudios sincrónicos. Puede decirse que la diacronía es una sucesión de sincronías, al menos en cuanto a la cuestión metodológica.
Estos dos términos tienen su origen en el nacimiento del Estructuralismo planteado por F. de Saussure, al presentar los dos ejes de estudio de la lengua: eje de la simultaneidad (sincrónico) y eje de la sucesión (diacrónico).
Aclaradas estas ideas fundamentales podemos abordar ya el resumen de las principales tendencias en los estudios de lingüística desde el comienzo del siglo XIX.
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2 comentarios:
Buenas tardes,
Me parece un comentario archi-interesante!
Breve y claro y conciso! Y a demás MUY gráfico! Lo que aquí expones denota claramente el cambio lingüístico que se produce entre "Prueba" y "Prueba" a lo largo del tiempo. És interesante e inquietante el fenómeno y la manera en que este concepto cambia -lingüísticamente hablando- entre la primera y la cuarta vez que lo pronunciamos (si nos fijamos en la oralidad) o escribimos (si por el contrario, hablamos de lenguaje escrito).
Y es interesante ver como el cambio afecta de formas distintas a la oralidad y a la escritura. Pues, mientras -en la oralidad- el cambio consiste en la variación del momento temporal en que se produce la pronuncia (antes o después); en la escritura, dicho cambio supone un descenso espacial constante de la palabra "Prueba" (de arriba a abajo).
Así pues, sólo quiero añadir que, la tuya, me parece una síntesis sublime y magistral para explicar la complejidad del fenómeno del cambio lingüístico.
Sigue así, fenómeno ling...üístico!
jejeje
listilla! pues dentro de poco se hará interesantemente, hasta entonces puedes seguir con tu "historia de una escalera"
Gracias Versalles (con mayúsculas sobre todo la primera)
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