marzo 24, 2009

Hacia el teatro del siglo XVII

En este capítulo se observarán las relaciones y continuidades que existen entre la escena del siglo XVI y el siglo XVII, enfocado desde el punto de vista del teatro barroco y lo que se ha ido produciendo hasta su configuración final. Interesa prestar atención a los rasgos que han tenido éxito y cómo se han ido desarrollando y dejar a un lado otros elementos que para el propósito del teatro barroco no interesan en esencia.
Al plantearse la evolución y dirección del teatro español desde la muerte de Gil Vicente hasta Lope de Vega (unos 50 años), Jesús Menéndez Peléaz en Historia de la literatura española apunta que se dan nuevas fórmulas y tanteos en la escena, las cuales agrupa en:
a) Continuación del teatro religioso, lo cual dará lugar al Auto Sacramental.
b) Imitación del teatro clásico, como consecuencia de la actitud humanista y renacentista.
c) La influencia italianizante y la Commedia dell’Arte.
d) Teatro de tema nacional, “hacia una dramática épico-lírica”.

Debe añadirse por último, como consideración general, que la tragedia en los siglos XVI y XVII no acaban de convencer al público, y son varios los intentos por adaptar tragedias de tipo clásico o en el ámbito de teatro de colegio (como el jesuítico). Lupercio Leonardo de Argensola, considerado como poeta en el XVI pero como dramaturgo del XVII, entre el Renacimiento y el Barroco, escribió tragedias como la de Alejandra e Isabela, pero fue esta una vía ciega que no entrará en el Barroco. Solamente en el grupo de Valencia la tragedia tiene algún éxito y continuidad en el teatro posterior.

2.1. TORRES NAHARRO Y GIL VICENTE

Son estos dos dramaturgos pertenecientes al siglo XV y XVI que anticipan algunos elementos importantes para la escena del XVII y la Comedia Nueva de Lope.
De Torres Naharro (1485-1520?) interesa la concepción teatral que expresa en dos de sus obras: Proemio a la Propalladia y la Himenea. En el Proemio a la Propalladia apuntará una serie de enfoques teatrales que se acercarán mucho a los del siglo XVII. Este texto es considerado el primer tratado español de preceptiva teatral más antiguo. Sus ideas principales son: la idea de comedia como “artificio ingenioso de notables y finalmente alegres acontecimientos, por personas disputado”; divide la pieza en 5 actos o jornadas; define algunos aspectos generales como el número de personajes (un equilibrio entre mucho y nada), sobre el decoro (tema de gran importancia para el teatro lopesco), que se fundamenta en la idea de la coherencia entre personaje y sus acciones o diálogos “de manera que el siervo no diga ni haga actos del señor”; además, clasifica las comedias en A Noticia, “en realidad de verdad”, y en A fantasía, “con color de verdad”, la verosimilitud en la ficción. Por otra parte, en la Himenea, que según McKendrick en El teatro en España es un ensayo de comedia de enredo, se dan ciertas concomitancias técnicas con la comedia de Lope como: el ingenio, la construcción de la intriga, la estructura de los personajes (con paralelos y contrastes entre ellos) o el tema del honor.
De Gil Vicente (1465?-1536?), autor adscrito a la corte portuguesa, interesan a propósito del XVII la aportación de los elementos líricos a las obra dramáticas, el lirismo. En su Don Duardos “se anuncia la sensibilidad para lo popular y lo tradicional que marcará tan decisivamente el teatro de Lope de Vega ”; hay poca acción pero aparece la poesía, incluyéndose canciones de lírica tradicional como villancicos o romances. Armonía entre drama y poesía.

2.2. INFLUENCIA DE LA COMEDIA ITALIANA

El contacto entre España e Italia fue de vital importancia para el desarrollo del teatro español tanto respecto a la influencia en la organización de la estructura teatral como en su desarrollo comercial en España.
En primer lugar se adaptaron, tradujeron e imitaron los textos de los autores italianos, fenómeno evidenciado por Arróniz . Lope de Rueda, por ejemplo, imita a Bocaccio o a Giancardi, igual que luego Timoneda y otros.
En segundo lugar el tránsito de las compañías italianas por España dio lugar a varias innovaciones y cambios, como por ejemplo: la figura de El Zanni, sirviente de la Commedia dell’Arte, llevará al nacimiento de El Gracioso en España; la innovación de los Lazzi, que tienen que ver con la construcción del enredo y de la estructura dramática. Además, la crítica señala la gran importancia que tuvieron estas compañías para “la integración de un público permanente y la creación de teatros estables, adaptados a todas las exigencias de una tramoya y de una puesta en escena cada vez más ambiciosa” (Arróniz).
Por último nombrar algunos de los autores más destacados de las compañías, como Alberto Nasselli (Ganassa), el cual trabajó en Sevilla durante la segunda mitad del siglo XVI, y que fue el primero en pedir, a la Cofradía de la Pasión, dos días de representación a la semana en un corral (el del Príncipe). Tras él, le siguieron los pasos otras compañías y a partir del 1570 comenzaron a multiplicarse las compañías italianas y a introducirse todo tipo de géneros (como el pastoril).

2.3. EL TEATRO EN LOS COLEGIOS JESUITAS

“La Compañía de Jesús se proponía desde sus comienzos la tarea de combinar combinar los dos objetivos de la literatura: entretener y enseñar, mezclar lo útil con lo dulce (fijados ya desde época clásica, como en la Epístola a los Pisones de Horacio).
Los modelos de sus obras son Plauto y Terencio para las comedias y Séneca para las tragedias. Tratan de temas religiosos, hallándose sus fuentes en la Biblia y las hagiografías, así que a menudo se cristianizan los modelos clásicos. La representación de las obras se hacía en 3 ó 5 actos, y entre ellos se hacían intermedios cómicos, lo que luego serán los entremeses. Los recursos que utiliza son: la polimetría, esquemas de intriga, el enredo o la alternancia entre latín y romance. Los personajes son fundamentalmente alegorías, aunque también aparecen figuras reales y tipificadas como la del Gracioso. El público que asiste debía tener un nivel cultural relativamente alto.
Es este un tipo de teatro que también se encontrará en el siglo XVII, con su obra más ilustre, La vida de San Eustaquio o también la Tragedia de San Hermenegildo.

2.4. EL GRUPO DE VALENCIA

En el siglo XVI la ciudad de Valencia goza de un espléndido ambiente cultural, especialmente, por lo que a nosotros respecta, la formación y creación de las Academias (academia Nocturna, academia de perros en la noche…, ese tipo de bromas). La crítica otorga al grupo de dramaturgos valencianos una gran importancia para la formación de la comedia nueva del XVII, percibida por autores como R. Froldi, J.G. Weiger, Joan Oleza, Teresa Ferres. Son los “precursores o inventores de la fórmula que triunfará”. La estancia de Lope de Vega en Valencia a finales del siglo XVI le proporciona contacto con las nuevas fórmulas que aquí se discutían e intentaban, especialmente a través de Tárrega, como veremos.
Entre las demandas que hace el grupo valenciano está la de una forma española de hacer teatro (dossier, p. 13, texto 1). En realidad, a mi juicio, no es otra cosa que hacer un teatro moderno, o sea, tener un “compromiso con los gustos cambiantes del público”. Ricardo de Turia lo expresa mejor en su Apologético de las comedias españolas: “[…] los que escriben es a fin de satisfacer el gusto para quien escriben, aunque echen de ver que no van conforme a las reglas”.
Entre los autores valencianos que destacan están:
a) Micer Andrés Rey de Artiade (1549-¿?) del que se conservan títulos como los de El príncipe vicioso o Los encantos de Merlín, además de la conservada tragedia de Los amantes (1581).
b) Cristóbal de Virués quien, según Julià Martínez, “preparó el advenimiento de la mayor complejidad de la acción, del cultivo del incidente para favorecer la complicación y la intriga; en él encuentra el artificio un representante genuino. Él se aficiona al juego de palabras, que se multiplicará en multitud de autores y comedias”. También se ha señalado de Virués una anticipación de elementos como “predilección por las mujeres extraordinarias […], la introducción de la mujer bandido, luego popular, de La infelice Marcela, la investigación de los temas relacionados con el poder, la pasión y la venganza, todos ellos elementos que se añaden a la rica mixtura que alimentaría Lope de Vega y sus discípulos”, según McKendrick. Elementos prelopescos de Virués son: el enredo, el poder, mujeres fantásticas, la venganza, los celos…
De Virués son las obras de La infelice Marcela, Tragedia de Atila furioso, Elisa Dido, La cruel Casandra, o la Tragedia del granSemíramis.
c) Gaspar de Aguilar, de quien destacamos sus obras de enredo El mercader amante y La fuerza del interés.
d) Francisco Agustín Tárrega (1555-¿?) quien, según J. Oleza fue “el primero que formula plenamente el nuevo gusto” y continúa: “ Cuando a principios de 1589 llega Lope a Valencia, a sus 26 años y unas pocas comedias a cuestas, debió de conocer muy pronto a uno de los hombres de letras más respetados ya por entonces de la ciudad de Valencia, el canónigo Tárrega, que tendría entre los 36 y los 38 años, había escrito y representado 3 de sus comedias y estaba escribiendo o iba a escribir en ese mismo año la que sería la primera formulación plena de la comedia nueva: El Prado de Valencia.” Es esta obra una pieza con muchos de los elementos modernos del XVII, como el enredo, el honor, los desafíos entre caballeros, el lacayo gracioso…Fue Tárrega alabado por Cervante, Gracián y Lope. Destaca también La duquesa constante (enredo, honor, polimetría).
e) Ricardo de Turia, por último, de quien cabe destacar dos obras: La fe pagada y La burladora burlada.

2.5. LA TEMÁTICA NACIONAL Y JUAN DE LA CUEVA

“La mayoría de los estudiosos le reconoce [a Juan de la Cueva] un papel relevante en la búsqueda de ciertas posibilidades dramáticas, capaces de fusionar lo tradicional con lo humanístico, lo que supone una ampliación de la dramaturgia de su tiempo, que será fundamental en el camino de la Comedia nueva”.
La tragedia de tema nacional da algunos pasos hacia el teatro del siglo XVII, como el tema en sí. A Juan de la Cueva, su máximo representante, se le reconoce la introducción de temas y personajes de la historia o la leyenda nacionales: Bernardo del Carpio, Los infantes de Lara, el rey don Sancho, etc.

2.6. LOPE DE RUEDA Y EL TEATRO POPULAR

A Lope de Rueda se le cataloga como “hombre de teatro”, que escribe sus propias obras con la idea de la representación comercial. Se trata este de un hombre de triple condición: autor, actor y empresario del mundo del teatro, especialmente interesado por dar gusto al público, el teatro al uso.
Escribió 4 comedias, algunos coloquios pastoriles y sus importantes pasos (pasajes o escenas sueltas) que le dieron fama. Estos pasos son textos en prosa que fueron recogidos y editados por Joan Timoneda, y he aquí que el teatro también se leía. Lope de Rueda era reconocido en la creación de sus personajes, los personajes de los pasos: el rufián, el bobo, los criados listos y bobos, el rústico… Todos ellos tipos que aparecerán en Lope de Vega. Con Lope de Rueda la gestualidad de los personajes comenzará a desarrollarse y el uso de la lengua en él los caracterizado a cada uno, además de construir la escena, siendo así un instrumento teatral más.

2.7. LA PROPUESTA DE CERVANTES

Cervantes, poco amigo de los torbellinos enredosos de las nuevas fórmulas, más inclinado a una arte verosímil de sensatez y mayor reflexión, y hacia una comedia espejo de la vida humana, ejemplo de las costumbres e imagen de la verdad” (Quijote), compone un teatro que queda al margen de la gran expansión dramática del XVII, en un experimento que otro dramaturgo moderno, Francisco Nieva, ha calificado de <>.
Esta cita de Ignacio Arellano vale para mostrar la complejidad de la propuesta de Cervantes, que para unos ha sido calificada de genial aunque fracasada para los gustos de la época, y otros ven franca incompetencia del autor para el drama o la poesía. Queda planteada la duda, para más información leer textos del cap. 3 del dossier. Tan sólo apunto que se han dividido dos etapas en el teatro de Cervantes, que tiene como punto de inflexión su cautiverio en Argel y el nuevo teatro de Lope
La etapa tras el cautiverio se caracteriza por “las normas clasicistas” y esta pertenecen Los tratos de Argel (h. 1580) y La Numancia. Esta última ha sido considerada por Ruiz Ramón la mejor tragedia española del siglo XVI y una de las más importantes del teatro español. La Numancia se divide en 4 actos y 2 escenarios, tiene un registro elevado, y se conjugan rasgos modernos (como el heroísmo colectivo) y arcaicos (como las figuras alegóricas del Hambre, España, el río Duero, la Guerra, etc.).
En la etapa teatral dominada por la fórmula lopiana destacan las 8 comedias y 8 entremeses que se tienen de Cervantes, como El gallardo español o El rufián dichoso.

marzo 17, 2009

Diacronía: Introducción a la Lingüística Histórica (II)

A finales del siglo XVIII se da una ruptura total con los estudios anteriores de lingüística y son varias las causas o, mejor dicho, los factores, que llevaron a esa situación. Vamos pues a ver panorámicamente varias de ellas.

Causas del surgimiento de la GHC

Un conjunto variado de descubrimientos dan lugar a una nueva situación respecto a los estudios de lingüística. Despiertan nuevos interesas y nuevos métodos, así como nuevas preocupaciones que marcarán el signo del siglo, los gustos y sus tendencias.
A finales del siglo XVIII, el juez Sir W. Jones descubre el Sánscrito, la lengua culta de la India, y hace público el parentesco de esta lengua con otras como el latín o el griego. Surge la idea general de que todas las lenguas provienen de una Lengua Común a todas. Ya en 1710 Leibniz había escrito su Disertación sobre el origen de las lenguas, donde se oponía a que el hebreo fuera la primera lengua. Schelegel escribirá en 1808 Sobre la lengua y la filosofía de los indios, argumentando que primero existió el Sánscrito y de ahí surgieron el griego y el latín. A principios del siglo XIX, Lorenzo Hervás y Pandero escribe su Catálogo de las lenguas de las naciones conocidas, un compendio de unas 300 lenguas; en 1806 J. C. Adelung escribe el Mithridates, donde se recoge como se reza el Padrenuestro en 500 lenguas diferentes.
Todos estos antecedentes marcan a las claras una voluntad e interés por comparar las lenguas del mundo, la relación que tienen entre sí y las evoluciones que sufre cada una de ellas a lo largo del tiempo.
De este modo, en Alemania, surge el método comparativista creado por F. Bopp (1816) y el danés Rask (1818). Los lingüistas histórico-comparativistas basarán sus estudios para resolver los problemas de parentesco y evolución en la comparación de todas las lenguas que pertenecen al tronco común. Se denominará a este tronco y la familia que de él se deriva el *Protoindoeuropeo (PIE), una reconstrucción de una lengua no documentada. A través de este método de comparación se intentará explicar la relación entre cognatos (como pater, père, padre, pare, father, vater…de las distintas lenguas).
El hito fundamental del siglo respecto al cambio lingüístico lo protagoniza J. GRIMM, considerado el fundador de la gramática histórica, en el 1822 al formular su mutación fonética comparando el germánico con las lenguas indoeuropeas. Más tarde se le dará el nombre de Ley de Grimm y quedará como la primera enunciación de ley de cambio fonético. Consiste en:
a) Las consonantes oclusivas sonoras aspiradas del PIE se convierten en no aspiradas en gótico: (bh, dh, gh) > (b, d, g).
b) Las consonantes oclusivas sonoras del PIE se convierten en consonantes oclusivas sordas en gótico: (b, d, g) > (p, t, k).
c) La consonantes oclusivas sordas del PIE se convierten en consonantes fricativas aspiradas sordas en gótico: (p, t, k) > (f, Ө, h).
A lo largo del siglo XIX se irán perfeccionando los métodos de análisis comparativistas, cuyos logros serán:
- Atribuyen el cambio lingüístico a causas internas del lenguaje.
- Sostienen que el cambio tiende a ser regular.
- Intento científico de reconstrucción del PIE, del tronco común.
- Comienzan a formularse leyes fonéticas que rigen los cambios lingüísticos.

Pero existen otros factores que dieron lugar a la aparición de nuevos intereses en la lingüística histórico-comparada y a su evolución.
A mediados del siglo XIX C. Darwin enuncia la Teoría de la Evolución de las especies. Este hecho influirá en muchas disciplinas del momento y también en lingüística: promoverá la aparición de la lingüística genética o también llamada la lingüística como ciencia natural. Su máximo representante será Schleicher, quien concebirá las lenguas como organismos naturales que nacen, crecen y mueren. Es esta una idea evolucionista que dará lugar a prejuicios vanos y sin salida, como el de que las lenguas del momento serán sistemas envejecidos, frente a lo original que tiene carácter de pureza, como el latín. Es este uno de los caminos que se recorrerá hacia el origen de la Primera Lengua. Schleicher será el introductor del modelo genealógico, la llamada stcemmbaumtheorie.
No debemos olvidar el movimiento del Romaniticismo que tiene su origen e impulso durante el siglo XIX, el cual promueve un entusiasmo historicista y nacionalista de gran envergadura, un gusto por lo oriental y lo exótico que busca nuevas culturas y formas de expresión y, por último, su principio sobre la lengua como expresión de cultura y espíritu de un pueblo, idea original de Herder y de Humboldt. Esta idea llevó a los estudios de filología una poderosa actitud de búsqueda y de justificaciones de la propia lengua, de explicaciones y de comparaciones, etc.


Los Neogramáticos

En Leibzig, en la década de 1870, surge una nueva generación de lingüistas historicistas: los denominados JUNGGRAMATIKER. Debe tenerse en cuenta el contexto en el que se desarrollan los estudios e investigaciones de este nuevo grupo de lingüistas, donde se da un gran impulso al desarrollo de la Psicología y de la ciencia del Positivismo.
Son varias las características que podrían definir a los Neogramáticos:
a) Para los Neogramáticos los hablantes tienen un papel determinante respecto al cambio fonético, mientras que para los histórico-comparativistas el hablante tenía un papel pasivo en el fenómeno.
b) No hay excepciones a las leyes del cambio, todo ha de registrarse y formularse.
c) Búsqueda de un método riguroso de estudio, más científico, más positivista.
d) Respecto al cambio, la lingüística debe ser descriptiva, pero también explicativa y predictiva. Es ahora cuando se le denomina Ley de Grima a las mutaciones que él propuso.
e) Las leyes son Mecánicas, Ciegas y Sin Excepciones.
f) Atribuyen las causas del cambio a: 1) el aspecto fisiológico de los hablantes (la configuración del tracto bucal que permite determinados sonidos o los favorece, como el problema de la vibrante que suele cambiar generalmente); 2) la Analogía, fenómeno que vienen a regularizar las excepciones a las leyes del cambio lingüístico.

Podemos ver a través de los títulos los sus representantes de esta corriente cuál era la tendencia y la actitud del grupo: Verter (1885), Una excepción a la primera mutación genética y Leskien (1876), No hay excepciones a las leyes fonéticas. El desarrollo de las investigaciones de los Neogramáticos trajo consigo consecuencias importantes para la lingüística en general y para el estudio del cambio lingüístico en particular. En primer lugar se abandona la búsqueda de la Primera Lengua original porque deja de tener sentido y objeto. Segundo, este movimiento es la antesala del posterior Estructuralismo, ya que Saussure fue Neogramático.
A partir de Saussure se vio que no podían contemplarse únicamente los aspectos históricos en el estudio de la lengua y sostuvo que se debía estudiar la lengua sin perspectiva temporal. Se debían estudiar los fenómenos lingüísticos tal y como están dispuestos en el eje de la simultaneidad (sincrónicamente) o en el eje de la sucesión (diacrónicamente, sucesión de sincronía en sus diferentes estadios).
Realizado un repaso general por las principales corrientes, descubrimientos y hallazgos del siglo XIX en lingüística, abordaremos ya el estudio propiamente del cambio lingüístico: de forma general en su presentación (cambios fónicos, gramaticales o léxicos) y prestando luego particular atención a los cambios fonéticos, tipos y procesos.

marzo 09, 2009

Diacronía: introducción a la Lingüística Histórica (I)

Para comenzar a plantear las cuestiones más relevantes del cambio lingüístico, así como para entender sus causas, procesos y consecuencias en la evolución de una lengua dada, es necesario aclara antes algunos conceptos claves.
Gramática histórica e Historia de la Lengua son dos conceptos que en ocasiones se utilizan indistintamente y que dependiendo del autor que las trate se señalan diferencias entre sí. Sin embargo, sí tienen significados distintos. Ambos conceptos se originan con la Gramática Histórico-Comparada (GHC), en el siglo XIX, pese a que se asocian a los Neogramáticos, con un enfoque de tipo positivista. Son estos dos conceptos complementarios entre sí y necesarios para llevar a cabo el estudio de la evolución de la lengua, cosa que como se verá más adelante, comienza a plantearse y a interesar a principios ya del siglo XIX.
La Gramática Histórica, por un lado, estudia únicamente la evolución de la lengua desde un punto de vista interno; se ocupa sólo de los cambios lingüísticos y las leyes que rigen las evoluciones de estos. Mientras, el concepto de Historia de la Lengua se extiende a una parcela mayor en el estudio histórico de la lengua, pues se ocupa de los cambios en el estilo, además de los cambios lingüísticos, en la lengua. Este último concepto se identifica con el movimiento Romántico, el cual considera la lengua como la expresión de cultura y el espíritu de un pueblo. Tiene en consideración tanto cambios internos como externos, tales como el gusto por los clásicos durante el XIX, lo cual llevó a un cambio sintáctico como el de Adj + N.
De este modo, para la Historia de la Lengua cobra mayor importancia el texto literario y es casi dependiente exclusivo de ello. Esto plantea serios problemas para el estudio y acercamiento científico al fenómeno del cambio lingüístico. La escritura, como es sabido, falsea la realidad y nos engaña. La escritura, y en particular la de carácter literario, parece ser muy conservadora y mantiene algunas estructuras que puede que ya se hayan perdido en el oral. En la actualidad, casi nadie, excepción hecha de todo el moviendo pedante y purista, relajamos la articulación al producir los participios, convirtiéndose la dental aproximante sonora [ð] en [Ø]: regalado>*regalao, dado>*dao (o la hipercorreción cómica de listillo como Calacado o Bilbado). Vemos como en el escrito tardan en aparecer los cambios, por cuestiones sociales, de pudor o de correción, que vienen a ser una y la misma cosa.
Habría que paliar esta deficiencia recurriéndose a textos no literarios. En el siglos XI se encuentra en Burgos, La Rioja y el Alto Aragón el apellido Ortiz < Fortis, de lo cual se infiere que la aspiración de la f- es un fenómeno Norte-Sur, que es ya cambio temprano,pero que no se completa hasta más tarde e incuso todavía no está completado (*completao). No es hasta el 1492 con Nebrija que no se adoptará la h- como sonido general y corriente en la lengua escrita y culta, porque hasta el momento se veía mal. En el siglo XV se produce la aspiración de la f- de forma generalizada, pero es un cambio que ya venía dándose (dura siglos). Por este motivo, Gramática histórica e Historia de la Lengua son conceptos complementarios entre sí para explicar la evolución de la lengua a través del tiempo.
Otros dos conceptos que deben abordarse ante de comenzar con la materia propiamente son los de Lingüística Sincrónica y Lingüística Diacrónica. Se tratan de dos maneras distintas que tiene el lingüista de acercarse al estudio de su objeto: la lengua. El estudio sincrónico de la lengua se ocupa de los cambios producidos en una determinada lengua en un determinado momento. Por su parte, el estudio diacrónico se ocupa de aquellos cambios ocurridos en la lengua a lo largo del tiempo, a través de los diversos estudios sincrónicos. Puede decirse que la diacronía es una sucesión de sincronías, al menos en cuanto a la cuestión metodológica.
Estos dos términos tienen su origen en el nacimiento del Estructuralismo planteado por F. de Saussure, al presentar los dos ejes de estudio de la lengua: eje de la simultaneidad (sincrónico) y eje de la sucesión (diacrónico).
Aclaradas estas ideas fundamentales podemos abordar ya el resumen de las principales tendencias en los estudios de lingüística desde el comienzo del siglo XIX.